Infierno en la tierra

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Esta es una nota que salió en la prensa local, esta historia completamente verídica causa indignación y es casi increible que hayan muchos casos como éste, donde las autoridades ayudan pero a los delincuentes a seguir con lo suyo, mientras que a los que interponen su queja los hacen pasar por un infierno y continuar viviendolo hasta que ellos quieran, pero lo que mas me causa rabia (entiendase como mucho coraje) e impotencia (entiendase que no se puede hacer nada para ayudar mas que gritar o pegar cartulinas cosa que no soluciona nada) es que las propias autoridades permitan que niños y niñas sigan viviendo humillaciones y laceraciones por parte de familiares y extraños. El abuso a los menores es el peor castigo que a un niño (en general) le puede ocurrir por que en su adultez es mas probable que tambien le haga daño a otros niños, y como si de una novela de drama se tratase les dejo la siguiente lectura con la intencion de que reflexionemos en cuanto al nivel que hemos llegado como raza "superior" (comillas de sarcazmo)

A continuacion, la nota:

Por Darío Gabriel Alcocer E. QUEQUI QUINTANA ROO

A pesar del
marcado interés que se manifiesta en los medios para rescatar a menores de edad
de toda clase de abusos a los que son sometidos, la burocracia se interpone para
que la justicia alcance a los más desprotegidos.
Y es que una inocente niña
de apenas 12 años de edad, quien ha sido abusada sexualmente por propios y
extraños, tuvo la oportunidad de ser rescatada a principios del 2005, cuando a
petición de vecinos fue rescatada por policías y personal del DIF municipal, del
domicilio de uno de los tíos involucrados en su agravio.
Sin embargo, su caso
fue ignorado y volvió al infierno que a su corta edad le tocó
vivir.

La historia:
A principios del 2005, la menor y dos de sus
tres hermanos arribaron a esta ciudad procedentes del estado de Yucatán,
acompañando a su padre en busca de nuevos aires, por lo que recibieron posada en
casa de uno de sus tíos políticos.
Pero, K.C., ya había sido víctima de abuso
sexual por parte del mayor de sus hermanos de apenas 13 años, de uno de sus tíos
y del amigo de su padre durante una juerga que corrieron y culminaron en el seno
de la casa.
Durante su estancia con el nuevo tío en esta ciudad, el padre,
alcohólico crónico, los abandonó como suele hacerlo.
El tío, soltero, la
prodigó de atenciones al tiempo que compraba su silencio con algunas
monedas.
La situación irregular no pasó desapercibida para los vecinos por lo
que, en una ocasión solicitaron la presencia de la policía y de personal del DIF
municipal.
De acuerdo a información proporcionada por la actual directora de
dicha dependencia, Margarita Vázquez Mota, la menor ingresó a principio del mes
de febrero del 2005.
De acuerdo a la intervención del agente del Ministerio
Público, la menor declaró el abuso sexual que había sufrido por lo que la
averiguación previa se turnó a la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales de
la Procuraduría General de Justicia, en esta ciudad, a cargo de Zenaida
Martínez.

Caso “enterrado” en el archivo muerto
Al correr de los
meses sin que esta funcionara actuara a favor de la niña, la dependencia
municipal incurrió en negligencia al entregar a la niña fuera de los
procedimientos que rigen a la institución, por lo que se le perdió el
rastro.
“En estos casos, los menores son canalizados a las redes de apoyo
para garantizar su integridad física así como la buena respuesta al tratamiento
sicológico que se le proporciona, a fin de reincorporarla al seno familiar”,
declaró Vázquez Mota.
Sin embargo, en la administración estatal anterior, no
se hizo así y la menor retornó con el tío que la abusaba.
El martes 29 de
noviembre del 2005, dicha irregularidad generada en la Fiscalía Especializada en
Delitos Sexuales fue del conocimiento del procurador general de Justicia en el
estado, Bello Melchor Rodríguez y Carrillo, quien de manera tajante ordenó a
Zenaida Martínez Sánchez, titular de la misma, le diera seguimiento al
expediente de la menor K.C., quien para ese entonces ya contaba con 10 años de
edad.
El expediente pertenecía a los cientos que quedaron rezagados en el
cambio de administración estatal, pero extraño como parezca, a la fecha continúa
en el ‘archivo muerto’.
Una de las tías de los tres niños se las ingenió para
rescatarlas por su cuenta y se enteró de algo peor, que el hermano mayor no
solamente había utilizado sexualmente a K.C., sino que a sus otros dos
hermanitos, una niña y un varón, menores de edad, independientemente de la
violación cometida en contra de K.C., por dos de sus tíos y un amigo de su padre
durante una borrachera en la que se quedó dormido su progenitor.
Al concluir
la administración estatal anterior, fungía como fiscal Claudia Vera, quien
heredó el expediente a Zenaida Martínez Sánchez.

Fiscalía
Especializada en Delitos Sexuales, un “adorno”
Al rendir el informe de
actividades, de la Fiscalía Especializada en Delitos Sexuales, el viernes 25 de
noviembre del 2005, el Procurador de Justicia en el Estado, el Bello Melchor
Rodríguez, fue enterado por este medio que el caso de K.C., se encontraba
abandonado.
Molesto, el funcionario cuestionó a la fiscal, Zenaida Martínez
Sánchez, sobre el particular, pero, ésta, dijo desconocerlo.
Cabe señalar que
en la moratoria sufrida, la menor escapó de la casa donde se le custodiaba por
familiares que rechazaban la agresión sufrida, aun cuando estuvieran
involucrados hermanos y ex esposo, entre otros.
Pero, K.C., a sus 10 años,
increíble como parezca buscó refugio en el domicilio del tío soltero y acusado
de tales agravios, ya que le prodigaba atenciones, sin disciplinas y además,
algunas monedas de vez en cuando.
El tío supo corresponder el silencio de la
menor, especialmente de una niña que siempre ha vivido en extrema pobreza,
abandonada por una madre que no soportó los excesos de un hombre
alcohólico.
Finalmente, el día 7 de los corrientes, K.C., fue encontrada por
personal de una patrulla de la Policía Preventiva cuando vagaba a altas horas de
la noche sobre la avenida Bonampak, por tal motivo fue enviada al DIF
municipal.
En entrevista, su directora, reconoció que la menor había
ingresado a dicha institución con el señalamiento de haberse extraviado camino a
su casa, pero no dijo que, al momento de fugarse, uno de sus familiares le dio
dinero para comprar un medicamento y aprovechó la ocasión para buscar la
calle.
Asimismo, Vázquez Mota, admitió que, una de las tías ya se puso en
contacto con ella, pero que será hasta que concluya la intervención del agente
del Ministerio Público, así como el estudio socioeconómico para determinar a
quién se le entregará la menor o, en su caso, se buscará la respuesta de las
redes de apoyo, pero se tiene que garantizar la protección de la menor que a la
fecha cuenta con 12 años, pero con subdesarrollo que no aparenta tal edad.